ATANOR

EL ATANOR, REPRODUCCIÓN DEL CUERPO HUMANO 





Las etimologías de la palabra son dos: de un lado atanor derivaría del término árabe "attannûr", horno. De otro procedería de la palabra griega "thanatos", muerte, la cual, precedida de la partícula "a", que indica negación, expresaría no-muerte, o si se quiere, resurrección, vida eterna, etc.
Esta estructura encuentra su correspondencia en el cuerpo humano: la envoltura sólida es en el hombre el cuerpo físico, las cenizas equivalen al "espíritu" (el bagaje mental de pasiones, obsesiones, instintos, etc. que han sido "purificados", esto es, reducidos a cenizas) y, finalmente, el "huevo" es el receptáculo del alma, la parte más íntima del ser humano que, como la semilla del oro, los alquimistas intentan reavivar.

Elemento central del laboratorio alquímico, el atanor aparece descrito en numerosos libros clásicos de alquimia, con todas las formas inimaginables, se diría que se trata de un instrumento personalizado que cada alquimista se construye a su medida. Y así es en efecto.

Basta contemplar las láminas del "Mutus Liber" para advertir la relación entre el alquimista y su atanor: éste está arrodillado ante él, en una posición que parece de yoga, indicando la simetría existente entre uno y otro. Está en el laboratorio. Hay que diseccionar la palabra laboratorio para advertir su sentido hermético originario: lab-oratorio, siendo "lab", corazón en hebreo, laboratorio será allí donde se realiza la "oración del corazón". 

Y ciertamente uno de los fines de la alquimia es transferir la conciencia del cerebro al corazón


http://infokrisis.blogia.com/2009/102905-el-atanor-horno-de-los-alquimistas-y-crisol-de-la-vida-eterna.php

AURUM NOSTRUM NON EST AURUM VULGI
“Hemos entendido que la alquimia no era el trabajo de la transmutación de metales en oro, sino una especie de danza de la imaginación donde los procesos psicológicos dentro de los alquimistas se entrelazaban, amalgamándose con procesos químicos creando una mitología de la materia, un paisaje donde el león verde, el dragón rojo la reina hermafrodita, el perro de cuatro cabezas… eran figuras fluyendo en las especulaciones febriles de los filósofos… La creencia era que el hombre podía trabajar con la naturaleza, en completa sociedad con el proceso divino y redimir la luz caída en la materia y de esta forma redimirse a sí mismo”.
“Aurum nostrum non est aurum vulgi”, dice la literatura hermética. Mckenna:
“Es el ser que buscamos recobrar, esta es la luminae de luminae, lalux natura, la luz atrapada en la materia , obtenida de la naturaleza y condensada, que luego se convierte en la panacea. Esta es la medicina universal que cura todos los males, es la respuesta, lo que todos bucsan y nadie puede encontrar”.
La disciplina de la magia:
“Los alquimistas laboraron durante siglos padeciendo el tormento del sulfuro, el tormento del cinabrio, buscando el auriga triunfal del antimonio, buscando la quintaesencia que representa la unión de todo el mundo…”
“Los filósofos alquimistas vivían en un sueño despierto y muchas de sus recetas estaban diseñadas para disolver las fronteras entre la vigilia y el sueño. Las etapas de la gran obra empezando en el nigredo, el ennegrecimiento; el rubedo, enrojecimiento; el citrinitas, amarillamiento; el viriditas, el verdecimiento; y finalmente el albedo, el emblanquecimiento y la purificación (o ablutio), con subetapas de  disolución , coagulalción y refinamiento de contenidos psíquicos que culmina en el “hidrólito sófico”, como dice Mckenna, que  viste  de Dee y atraviesa los laberintos.
Esto permite proyectar en la materia el contenido de la conciencia y la inconciencia sublimada en la piedra. Esta enfocado en suspender la creencia de que el mundo interior está separado del mundo exterior, una creencia que sólo suspendemos en estados psicodélicos, según Mckenna. “Las plantas levantan la prisón del ego y el ego flota hacia el mundo. El chamanismo esencialmente es una tradición viva de alquimistas que no están buscando la piedra, pero que ya la han encontrado. Han entendido que el vehículo de la transformación alquímica es el cuerpo”, en el cuerpo se encontraran con los procesos y los símbolos de la alquimia.

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